martes, 7 de junio de 2011

EL ACTA DE INDEPENDENCIA DE LA PROVINCIA DE SAN SALVADOR

Acta de Independencia de la provincia de San Salvador de 21 de septiembre de 1821

En el nombre de Dios Todopoderoso, Trino y Uno, con cuya divina invocación todo tiene buen principio, buenos medios y dichoso fin. En la ciudad del Salvador del Mundo, a las nueve y media de la noche de hoy, veintiuno de septiembre del año mil ochocientos veintiuno, primero de nuestra independencia y libertad, impuesto ya el Sr. Intendente Jefe Político accidental Dr. D. Pedro Barriere del acta sancionada en Guatemala, en quince del corriente, y circular a estas provincias, con acuerdo y a instancia de todas las autoridades que se reunieron para declarar, como efectivamente declararon en aquel memorable día la independencia del Gobierno español en los términos que se leen en dicha acta y en el manifiesto que con la propia fecha circuló el señor Jefe Político Superior D. Gabino Gaínza, en que se enuncian los fundamentos y razones impulsivas que del modo más imperioso exigían tan alta resolución; de acuerdo el citado señor Intendente y el Sr. Alcalde Primero D. Casimiro García Valdeavellano, dispusieron que en aquella hora concurrieran a este Ayuntamiento todos sus individuos, y se convocaron también a los jefes militares, al Sr. Cura Rector y Vicario, a los Prelados Regulares, a los vecinos principales de todas clases, y que se excitara a todo el vecindario, como se hizo por repiques de campanas, músicas y fuegos artificiales. Verificada la reunión, con numerosísimo pueblo, se le hizo entender la causa del regocijo, que también manifestó el suyo en medio de unos transportes inexplicables, con vivas, aclamaciones e infinidad de demostraciones, que explicaban, del modo más enérgico, los deseos que generalmente tenían todos de este señalado y venturoso acaecimiento, que fija la felicidad futura. En este estado se dispuso, como primer paso, conducirse todos a la Santa Iglesia Parroquial, a dar al Dios de las Misericordias las debidas gracias por tamaño beneficio. En el templo se dio principio leyéndose por el Coadjutor Br. D. José Crisanto Salazar literalmente el acta expresada, como monumento sagrado de nuestra libertad; y concluido este acto, todo el concurso, postrado en tierra, dio adoración a Dios Sacramentado, se cantó con la mayor solemnidad el «Te Deum», y volviéndose el Ayuntamiento a las casas consistoriales, entre víctores y aclamaciones del numeroso pueblo que le seguía, a puerta abierta se repitió la lectura del acta citada. Enseguida, puesto en pie el Sr. Jefe Político, que preside el acto, exigió del Sr. Alcalde Primero (así lo pidió el pueblo) que le recibiera el juramento debido para poder funcionar, y en efecto, lo hizo solemne por Dios Nuestro Señor, la Santa Cruz y los Santos Evangelios, de guardar y hacer guardar la independencia, ser fiel a la Monarquía Americana y observar el Gobierno que se establezca y las leyes que se sancionen. Concluido este acto, en la forma de estilo se acordó que para mañana a las diez prestasen juramento los individuos de este Ayuntamiento, corporaciones, empleados y oficinistas, y que enseguida se publiquen por bando, con toda la pompa y solemnidad posibles, la referida acta y manifiesto circulados por el Sr. Jefe Político Superior, allanándose previamente, con el Sr. Coronel y Comandante de armas, el correspondiente auxilio: que se anuncie al público en dicho bando que para el día veintinueve del corriente se verificará con toda solemnidad que permita el corto tiempo intermedio, la publicación y proclamación correspondiente; y el día treinta se celebrará, también solemnemente, la misa de gracias, y se recibirá el juramento del pueblo; de todo lo cual quedó entendido, para tomar sus disposiciones, el Sr. Cura y Vicario Dr. D. José Ignacio Zaldaña, que a todo ha estado presente. Se permitió al pueblo, en desahogo del entusiasmado júbilo que no ha podido reprimir al ver conseguidos sus deseos, que continúe en sus regocijos con la honradez y moderación correspondientes a tan preciosa y deseada ocurrencia, y se dieron todas las providencias de precaución para conservar el buen orden. También quedó acordado que sirviendo este cuaderno por principio, se forme nuevo libro para extender las actas del Ayuntamiento Nacional en papel común, mientras se sanciona si, fuera de las materias judiciales, se ha de usar del papel sellado, por contener el actual signo de dependencia de la dominación española. Con lo que se concluyó este acta, que firmaron con su presidente los individuos de este Ayuntamiento: Pedro Barriere, Casimiro García Valdeavellano, José Ignacio Zaldaña, José Rosi, Milian Bustos, Gerónimo de Ajuria, Francisco del Duque, Santiago Rosi, Trinidad Estupinian, Juan Bautista de Otondo, Francisco Ignacio de Urrutia, Narciso Ortega. Por mandato del muy noble Ayuntamiento: Pedro Miguel López, Srio.

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